Creadas en 1959, las lentes progresivas son la solución para pacientes que buscan corregir en un mismo anteojo, cualquier vicio de refracción (miopía, hipermetropía, astigmatismo y presbiscia). Brindan una excelente corrección para distancias de lejos y cerca, con la incorporación de un corredor de visión intermedia recomendado para tareas de oficina (por ejemplo, distancia de computadora).

Existe una amplia variedad de progresivos que se agrupan en tres gamas. Básica o inicial, para primeros usuarios, con un canal progresivo estándar. Intermedia, con una visión panorámica (180°) de lejos y un corredor de visión intermedia y cerca más amplio. La gama premium garantiza una visión óptima para las tres distancias gracias a su alto grado de personalización en base a cada paciente y armazón, para luego ser tallado de forma digital con las últimas tecnologías de precisión.

Los cristales bifocales son una alternativa para pacientes con presbicia. A diferencia de los multifocales, tienen un dibujo en la zona de visión cercana (película de cerca) y no poseen un corredor de visión intermedia, sino que el cambio de lejos a cerca es brusco (conocido como salto de imagen). Existen tres formatos posibles de bifocales: kriptok, flat top e invisibles (tecnología digital).

El reflejo del sol sobre una superficie plana provoca un exceso de luz que quita visibilidad y ocasiona fatiga visual y deslumbramientos (luz polarizada). Los casos más típicos se dan con los reflejos en la ruta, el mar, la arena o la nieve. Una lente polarizada es un filtro que bloquea dicho reflejo, logrando una visión nítida y colores más definidos. Disponibles en color gris, sepia y verde oscuro.